domingo, 1 de marzo de 2020


EL TIEMPO DE CUARESMA

El Tiempo de Cuaresma es el mejor momento para el encuentro personal del hombre consigo mismo y con Dios.

 Para ello la Iglesia nos invita a:
      Intensificar nuestra vida de oración.
   Vivir el espíritu de penitencia.

MODOS CONCRETOS DE VIVIR ESTE ESPÍRITU:
Guardar el ayuno y la abstinencia.
Confesarse y Comulgar.
Asistir a  Misa a diario, siempre que podamos.7
Meditar la Pasión del Señor con el ejercicio del Vía Crucis.
Hacer algún sacrificio.
Visitar algún enfermo.
Dar alguna limosna.
Vivir la caridad cristiana.

COMENZAMOS LA CUARESMA


Estas breves reflexiones sobre la cuaresma que vas a encontrar, espero te ayuden para vivir un poquito mejor el espíritu cuaresmal que nos pide la Iglesia.

Hoy comienza el tiempo litúrgico de la Cuaresma.

Comenzamos con el rito de la imposición de la ceniza sobre nuestras cabezas.El sacerdote cuando nos la impone pronuncia las palabras:

"ACUÉRDATE QUE ERES POLVO Y AL POLVO VOLVERAS"

o estas otras:

"CONVERTIOS Y CREED EN EL EVANGELIO".

 Miércoles de Ceniza, día de abstinencia y ayuno, inicio de Cuaresma, tiempo de arrepentimiento.

En el Miércoles de Ceniza abrimos nuestro espíritu y lo preparamos para recordar la Pasión, muerte y Resurrección
de Nuestro Señor.

Miramos hacia nuestro interior y meditamos acerca de nuestros pecados, y con un profundo arrepentimiento esperamos la Resurrección de nuestro Señor.
En éste día la Iglesia pide hacer penitencia guardando el ayuno y la abstinencia.

Una buena práctica puede ser:

                 Abstenernos de hablar mal del otro.

                 De pensar tanto en nosotros.           

                 De sentir rencor por alguien.

Así nuestro ayuno físico, se convertirá en un ayuno total;         al vaciar de nuestro espíritu todo lo que nos tiene llenos de vanidad, orgullo, rencor, etc...

Es momento de acoger el Evangelio, de arrepentirnos y de saber que Jesús nos ama y que únicamente espera nuestro amor y arrepentimiento, preparémonos en ésta Cuaresma para la Resurrección de nuestro Señor en nuestros corazones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 1 de marzo de 2019

HOMILIA DEL PAPA EL MIERCOLES DE CENIZA 2018

              
 
Homilía del Papa Francisco en la Misa del Miércoles de Ceniza

          El tiempo de Cuaresma es tiempo propicio para afinar los acordes disonantes de nuestra vida cristiana. 
             La Iglesia en su maternal sabiduría nos propone prestarle especial atención a todo aquello que pueda enfriar y oxidar nuestro corazón creyente.

              Las tentaciones a las que estamos expuestos son múltiples. 
              Desconfianza, apatía y resignación: esos demonios que cauterizan y paralizan el alma del pueblo creyente.

               La Cuaresma es tiempo rico para desenmascarar éstas y otras tentaciones y dejar que nuestro corazón vuelva a latir al palpitar del Corazón de Jesús. Toda esta liturgia está impregnada con ese sentir y podríamos decir que se hace eco en tres palabras que se nos ofrecen para volver a «recalentar el corazón creyente»: 
             Detente, mira y vuelve.

              Detente un poco de esa agitación, y de correr sin sentido, que llena el alma con la amargura de sentir que nunca se llega a ningún lado. Detente de ese mandamiento de vivir acelerado que dispersa, divide y termina destruyendo el tiempo de la familia, el tiempo de la amistad, el tiempo de los hijos, el tiempo de los abuelos, el tiempo de la gratuidad... el tiempo de Dios.

               Detente un poco delante de la necesidad de aparecer y ser visto por todos, de estar continuamente en «cartelera», que hace olvidar el valor de la intimidad y el recogimiento.

              Detente un poco ante la mirada altanera, el comentario fugaz y despreciante que nace del olvido de la ternura, de la piedad y la reverencia para encontrar a los otros, especialmente a quienes son vulnerables, heridos e incluso inmersos en el pecado y el error.

              Detente un poco ante la compulsión de querer controlar todo, saberlo todo, devastar todo; que nace del olvido de la gratitud frente al don de la vida y a tanto bien recibido.

             Detente un poco ante el ruido ensordecedor que atrofia y aturde nuestros oídos y nos hace olvidar del poder fecundo y creador del silencio.

             Detente un poco ante la actitud de fomentar sentimientos estériles, infecundos, que brotan del encierro y la auto-compasión y llevan al olvido de ir al encuentro de los otros para compartir las cargas y sufrimientos.

           Detente ante la vacuidad de lo instantáneo, momentáneo y fugaz que nos priva de las raíces, de los lazos, del valor de los procesos y de sabernos siempre en camino.

          ¡Detente para mirar y contemplar!

        
         Mira los signos que impiden apagar la caridad, que mantienen viva la llama de la fe y la esperanza. Rostros vivos de la ternura y la bondad operante de Dios en medio nuestro.

          Mira el rostro de nuestras familias que siguen apostando día a día, con mucho esfuerzo para sacar la vida adelante y, entre tantas premuras y penurias, no dejan todos los intentos de hacer de sus hogares una escuela de amor.

          Mira el rostro interpelante de nuestros niños y jóvenes cargados de futuro y esperanza, cargados de mañana y posibilidad, que exigen dedicación y protección. Brotes vivientes del amor y de la vida que siempre se abren paso en medio de nuestros cálculos mezquinos y egoístas.

           Mira el rostro surcado por el paso del tiempo de nuestros ancianos; rostros portadores de la memoria viva de nuestros pueblos. Rostros de la sabiduría operante de Dios.

         Mira el rostro de nuestros enfermos y de tantos que se hacen cargo de ellos; rostros que en su vulnerabilidad y en el servicio nos recuerdan que el valor de cada persona no puede ser jamás reducido a una cuestión de cálculo o de utilidad.

         Mira el rostro arrepentido de tantos que intentan revertir sus errores y equivocaciones y, desde sus miserias y dolores, luchan por transformar las situaciones y salir adelante.

         Mira y contempla el rostro del Amor crucificado, que hoy desde la cruz sigue siendo portador de esperanza; mano tendida para aquellos que se sienten crucificados, que experimentan en su vida el peso de sus fracasos, desengaños y desilusión.

         Mira y contempla el rostro concreto de Cristo crucificado por amor a todos y sin exclusión.


       Vuelve a la casa de tu  Padre.
      ¡Vuelve!, sin miedo, a los brazos anhelantes y expectantes de tu Padre rico en misericordia (cf. Ef 2,4) que te espera.

¡Vuelve!, sin miedo, este es el tiempo oportuno para volver a casa; a la casa del Padre mío y Padre vuestro (cf. Jn 20,17). Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón... Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto y nuestro corazón bien lo sabe. Dios no se cansa ni se cansará de tender la mano (cf. Bula Misericordiae vultus, 19).

     ¡Vuelve!, sin miedo, a participar de la fiesta de los perdonados.

     ¡Vuelve!, sin miedo, a experimentar la ternura sanadora y reconciliadora de Dios. Deja que el Señor sane las heridas del pecado y cumpla la profecía hecha a nuestros padres: «Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne» (Ez 36,26).

¡Detente, mira y vuelve!

jueves, 31 de enero de 2019

PRICIPALES ORACIONES DEL CRISTIANO Y EL CATECISMO EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Aquí te la ofrezco las principales oraciones del cristiano con la finalidad de que sirva para recordar lo que sabemos, o para aprender lo que no conocíamos.

También te ofrezco un pequeño catecismo, estructurado en preguntas y respuestas. Está pensado, fundamentalmente, para aquellos niños que se preparan para la Primera Comunión. Hoy día se da poca importancia a memorizar las cosas, pero, estoy convencido que el aprender en fórmulas sencillas las principales verdades de la fe, es una ayuda, para saber y explicar lo que sabemos.


PRINCIPALES ORACIONES DEL CRISTIANO

La señal de la Cruz
El Padre nuestro
El Ave María
Gloria al Padre
Bendita sea tu pureza
Oraciones de la mañana
Acto de contrición
Yo pecador
Acordaos
Angelus
Regina Coeli
Comunión espiritual
Salve
Credo
Via Crucis
Modo de hacer la confesión
Bendición de la mesa
Santo Rosario


LA SEÑAL DE LA CRUZ

+Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos +líbranos, Señor Dios nuestro.

+En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



EL PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén

EL AVE MARIA

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén



GLORIA

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

COMUNION ESPIRITUAL

Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los santos.



ORACI0NES DE LA MAÑANA

OFRECIMIENTO DE OBRAS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Te doy gracias, Dios mío, por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado la vida. Te ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día. No permitas que te ofenda y dame fortaleza para huir de las ocasiones de pecar. Haz que crezca mi amor hacia tí y hacia los demás.



A LA SANTISIMA VIRGEN

¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Vos y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra.





BENDICION DE LA MESA

Antes de comer: Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos, que dados por tu bondad vamos a tomar. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

El Señor nos haga participar de su mesa celestial. Amén.

Después de comer: Te damos gracias, Señor, por todos los beneficios que nos has concedido. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

El Señor nos dé su paz.

Y la vida eterna. Amén



EL CREDO

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.



EL CREDO

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador de cielo y tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma Naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.







LA SALVE

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.



BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti celestial Princesa, Virgen Sagrada, María, te ofrezco desde este día, alma, vida y corazón. Mírame con compasión. No me dejes, Madre mía.



EL ACTO DE CONTRICION

¡Señor mío Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.

YO PECADOR

Yo pecador me confieso a Dios todopoderoso, a la Bienaventurada siempre Virgen María, al Bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los Santos y a vos, padre, que pequé gravemente con el pensamiento, palabra, obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa; por tanto ruego a la Bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los Santos y a vos, padre, que roguéis por mí a Dios Nuestro Señor.

EL ACORDAOS

Acordaos, -oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro haya sido abandonado de Vos. Animado yo con esta confianza a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a aparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amén.



EL ANGELUS

V. El ángel del Señor anunció a María;

R. Y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve María..

V. He aquí la esclava del Señor.

R. Hágase en mí según tu palabra. Dios te salve María

Y. Y el Hijo de Dios se hizo Hombre;

R. Y habitó entre nosotros. Dios te salve María..

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que habiendo conocido por la voz del Angel la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, alcancemos la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



REGINA COELI

En Tiempo Pascual (desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo de la Santísima Trinidad) en lugar del Angelus, rezamos el Regina Cosli.

V. Reina del Cielo, alégrate;

R. ¡Aleluya!

V. Porque el que mereciste llevar en tu seno;

R. ¡Aleluya!

V. Resucitó como dijo;

R. ¡Aleluya!

V. Ruega por nosotros a Dios;

R. ¡Aleluya!

V. Gózate Y alégrate, Virgen María, aleluya;

R. Porque resucitó, en verdad, el señor, aleluya.

Oración: ¡Oh, Dios!, que te dignaste alegrar al mundo por la Resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo; concédenos, te rogamos, que por la mediación de la Virgen María, su Madre, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amen.

MODO DE CONFESARTE



Después de haberte examinado en la presencia de Dios y una vez arrodillado en el confesionario dirás:

1. Ave María Purísima. (En algunos lugares se añade: bendígame, Padre, porque he pecado). Te santiguas.

2. A continuación puedes decir las palabras que le dijo San Pedro a Jesús: Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo.»

3. Luego debes decir el tiempo que hace que no te confiesas, y, a continuación, todos los pecados que hayas recordado en el examen de conciencia. Procura que tu confesión sea clara, breve, completa y muy sincera. Jamás calles algún pecado por vergüenza o por temor;debes confiar siempre en la misericordia de Dios, que es tu Padre y te quiere perdonar.

4. El sacerdote te dará luego algunos consejos que te ayudarán a ser mejor y te impondrá la penitencia. Antes de recibir la absolución puedes manifestar tu arrepentimiento con algunas palabras de contrición (por ejemplo: «Señor Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí que soy pecador»).

5. Luego, escucha con atención y arrepentimiento las palabras de la absolución del sacerdote, contestando al final: «Amén».

6. Después de confesar debes cumplir la penitencia que te haya impuesto el sacerdote. Es conveniente que lo hagas lo antes posible, especialmente si debes rezar algunas oraciones, para evitar que se te olvide.





EXAMEN POR LOS MANDAMIENTOS

1.º Amarás a Dios sobre todas las cosas.-

¿Cuánto tiempo hace que me confesé bien? ¿Cumplí la penitencia? ¿Creo todo lo que me enseña la Iglesia? ¿Procuro ir mejorando mi formación cristiana? ¿Evito las publicaciones o programas de televisión, etc., que vayan contra le fe y la moral ¿Hago oración frecuente: al levantarme y al acostarme; el Angelus, el Rosario ... ? ¿Peco contra la esperanza? Ante mi cruz de cada día ¿me desanimo, o más bien rezo para llevarla con Jesús? ¿Pongo diligencia en las cosas que se refieren al Señor, o me excuso con el "no me gusta", "no me apetece"..., que manifiestan mi pereza? ¿Procuro hacer todo para la gloria de Dios, o actúo sólo de cara a los hombres? ¿Amo a la Iglesia y rezo por ella y sus ministros? ¿He recibido indignamente algún sacramento, o tengo supersticiones?



2.º No tomarás el nombre de Dios en vano.- ¿He blasfemado? ¿He jurado con mentira, o con verdad pero sin necesidad? ¿He dejado de cumplir alguna promesa?

3.º Santificarás las fiestas.- ¿Por culpa mía he faltado a Misa, o notablemente al descanso, los domingos y fiestas de guardar? ¿He cumplido los restantes Mandamientos de la Iglesia?

4.º Honrarás a tu padre y a tu madre.- ¿Amo y obedezco a mis padres? ¿Respeto también a los mayores? ¿Venzo la pereza y el desorden para cumplir mis deberes? ¿Atiendo y ayudo a mi consorte y familia, a los amigos y a cuantos puedo? ¿Cuido con empeño la educación cristiana de mis hijos, con mi ejemplo por delante? ¿He reñido con mi cónyuge delante de ellos? ¿He apoyado programas de acción social o política inmorales y anticristianos? ¿Colaboro en lo que se refiere al bien común? ¿Me porto con los demás como quiero que lo hagan conmigo? ¿Soy agradecido?

5.º No matarás.- ¿He deseado a alguien la muerte o algún mal? ¿Me dejo llevar por la ira, mal humor, envidia, orgullo ... ? ¿Guardo enemistad, rencor o deseos de venganza? ¿Procuro querer bien a todos? ¿He molestado, insultado, cizañado o despreciado a los demás? ¿Procuro que las discrepancias en cosas opinables no se conviertan en falta de caridad? ¿Me he peleado con alguien, o he forzado su justa libertad? ¿Sé perdonar y pedir perdón? ¿Cometo excesos en la comida, en la bebida ... ? ¿Me he drogado? ¿Sin necesidad, he dañado la salud o la integridad física, o arriesgado la vida, mía o de otros, (p. ej. en carretera)? ¿He cooperado al crimen del aborto? ¿He escandalizado a otros con mi conducta, conversaciones, modo de vestir ... ? ¿Contribuyo con el ejemplo y la palabra a que los demás se acerquen a Dios, o dejo de hacerlo por cobardía y respetos humanos? ¿Corrijo oportunamente y agradezco que me corrijan quienes procuran mi bien? ¿Practico las obras de misericordia?

6.º No cometerás actos impuros; y 9.º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.- ¿He consentido pensamientos contra la santa pureza? ¿He mirado, hablado o leído cosas deshonestas? ¿He cometido actos impuros? ¿Conmigo o con otros ¿Había alguna circunstancia agravante? ¿Hago uso del matrimonio conforme a la Ley de Dios enseñada por la Iglesia? ¿Antes de asistir a un espectáculo o leer un libro, me entero de su valoración moral? ¿Evito las ocasiones de pecado, acudo a la Virgen y pongo los demás medios para ser casto?

7.º No robarás; y 10.º No codiciarás los bienes ajenos.- ¿He dañado, robado o quitado lo ajeno? ¿lo he restituido? ¿Presto mis cosas, trato bien lo que me prestan y lo devuelvo cuanto antes? ¿Soy egoísta o avaro? ¿Doy limosna, y ayudo a la Iglesia, según mis posibilidades? ¿Malgasto el dinero? ¿En los contratos y demás negocios engaño al prójimo? ¿Obro con justicia en lo económico y en todo lo demás? ¿Realizo a conciencia y puntualmente mi trabajo y lo ofrezco a Dios?

8.º No dirás falso testimonio ni mentirás.- ¿He dicho mentiras? ¿Con perjuicio de otros? ¿Soy hipócrita o adulador? ¿Amo la verdad y la sinceridad? ¿Soy leal y cumplo la palabra dada? ¿He pensado o hablado mal de otros? ¿He descubierto lo que debía callar? Llegué a calumniar?

ADVERTENCIAS: 1.ª Si causaste daños al prójimo en su vida espiritual, bienes, fama.... tienes obligación de repararlos en lo posible; y quien coopera directamente al mal, también peca y debe reparar su parte. 2.ª No te conformes con no hacer el mal: Dios quiere que nos esforcemos, aun en las cosas pequeñas, en hacer el bien. 3.ªPor la oración y los Sacramentos El nos da la fuerza para vencer y perseverar.

Oración para después de haber confesado



Después de haberte confesado no dejes nunca de darle gracias al Señor por haberte perdonado de nuevo, Es un detalle de cariño de un buen hijo para con su Padre.

Te doy gracias, Dios mío, por haberme perdonado mis pecados y recibido de nuevo en tu amistad. Te pido, por los méritos de tu Hijo Jesucristo y de su Madre Santísima, la Virgen María y de todos los Santos, suplas con tu piedad y misericordia cuanto por mi miseria haya faltado a esta confesión de suficiente contrición, pureza, e integridad. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



SANTO ROSARIO

El rezo del Santo Rosario es la devoción mariana más popular y la mejor manera de tratar a la Virgen María, Ella misma se la encargó a Santo Domingo de Guzmán y más recientemente a los niños videntes de Lourdes y Fátima. Los Papas han recomendado siempre esta devoción mariana. Los que quieren mucho a la Virgen rezan todos los días el Santo Rosario, bien solos, bien en familia. Si quieres, puedes empezar rezando sólo algún misterio, pronto llegarás a rezarlo entero. Los sábados y fiestas de la Virgen no dejes de rezarlo.

Modo de rezar el Santo Rosario

V. Por la señal de la Santa Cruz... Señor mío Jesucristo...

Abre Tú, Señor, mis labios.

R. Y mi boca cantará tus alabanzas.

V. Ven, oh Dios, en mi ayuda.

R. Apresúrate, Señor, a socorrerme.

V. Gloria al Padre...

Busca los Misterios que corresponden al día:

Misterios gozosos: (Lunes y Sábados)

1. -La Encarnación. 2.- La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel. 3.- El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén. 4.- La Purificación de Nuestra Señora. 5.- El Niño perdido y hallado en el Templo.



Misterios dolorosos: (Martes y Viernes)

1.- La Oración en el huerto. 2.- La Flagelación del Señor. 3.- La Coronación de espinas. 4.- La cruz a cuestas. 5.- Jesús muere en la cruz.



Misterios gloriosos: (Miércoles y Domingos)

1.- La Resurrección del Señor. 2.- La Ascensión del Señor. 3.- La venida del Espíritu Santo. 4.- La Asunción de Nuestra Señora. 5.- La Coronación de María Santísima.



Misterios de la luz: (Jueves)

1.- El Bautismo en el Jordán. 2.- Autorrevelación en las Bodas de Caná. 3.- Anuncio del Reino invitando a la conversión. 4.- La Transfiguración. 5.- La Institución de la Eucaristía.

Después de recordar el misterio correspondiente, se reza un Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria. Luego, la jaculatoria:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.





LETANIA DE LA SANTISIMA VIRGEN

Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Dios Padre celestial Ten misericordia de nosotros

Dios Hijo, redentor del mundo Ten misericordia de nosotros

Dios Espíritu Santo Ten misericordia de nosotros

Trinidad Santa, un solo Dios Ten misericordia de nosotros

Santa María

Santa Madre de Dios

Santa Virgen de las vírgenes

Madre de Cristo

Madre de la Iglesia

Madre de la divina gracia

Madre purísima

Madre castísima

Madre intacta

Madre incorrupto

Madre inmaculada

Madre amable

Madre admirable

Madre del buen consejo

Madre del Creador

Madre del Salvador

Virgen prudentísima

Virgen digna de veneración

Virgen digna de alabanza

Virgen poderosa

Virgen clemente

Virgen fiel

Espejo de justicia

Trono de sabiduría

Causa de nuestra alegría

Vaso espiritual

Vaso honorable

Vaso insigne de devoción

Rosa mística

Torre de David

Torre de Marfil

Casa de oro

Arca de la alianza

Puerta del cielo

Estrella de la mañana

Salud de los enfermos

Refugio de los pecadores

Consoladora de los afligidos

Auxilio de los cristianos

Reina de los ángeles

Reina de los patriarcas

Reina de los profetas

Reina de los apóstoles

Reina de los mártires

Reina de los confesores

Reina de las vírgenes

Reina de todos los santos

Reina concebida sin mancha original

Reina asumpta al cielo

Reina del santísimo Rosario

Reina de la familia

Reina de la paz

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

R. Perdónanos, Señor.

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

R. Escúchanos, Señor.

V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.

R. Ten misericordia de nosotros.



Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desoigas nuestras súplicas en las necesidades que te presentamos, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACION

Concédenos, Señor, a nosotros, tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo y por la gloriosa intercesión de la Bienaventurada siempre Virgen María vernos libres de las tristezas de esta vida y gozar de las alegrías eternas. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
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EL CATECISMO EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS



LECCIÓN 1ª.
Dios se revela a los hombres.


  1. ¿Podemos conocer a Dios? – Sí, podemos conocer a Dios en la Creación y en la voz de la conciencia..

  2. ¿Cuándo se ha revelado Dios a los hombres? – Primero a nuestros primeros padres, Adán y Eva. Después en la historia de Israel a los patriarcas y profetas. Definitivamente por medio de Jesucristo. Esta revelación se contiene en la Biblia.

  3. ¿Qué es la Biblia? – Es el conjunto de libros, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo.

  4. ¿Qué es el Antiguo Testamento? – Los libros de la Biblia escritos antes del nacimiento de Jesús.

  5. ¿Qué es el Nuevo Testamento? – Los libros escritos después del nacimiento de Jesús.
    LECCIÓN 2ª.
    Dios Uno y Trino.

  6. ¿Existe un solo Dios? – Sí, existe un solo Dios.

  7. ¿Dónde está Dios? – Dios está en el cielo en la tierra y en todas partes.

  8. ¿Quién es Dios? – Dios es nuestro Padre, Creador y Señor de todas las cosas.

  9. ¿Cuál es el misterio más importante de nuestra fe? – El misterio de la Santísima Trinidad.

  10. ¿A qué llamamos Misterio de la Santísima Trinidad? – A lo que Jesús nos ha revelado de la Vida de Dios: Que Dios es Amor.

  11. ¿Quién es la Santísima Trinidad? – Es el mismo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas distintas y un solo Dios.
    LECCIÓN 3º
    Dios Creador

  12. ¿Por qué decimos que Dios es Todopoderoso? – Porque su poder no tiene límites. Todo lo que existe lo ha creado por amor

  13. ¿Por qué decimos que Dios es nuestro Padre? – Porque nos ha creado a su imagen, nos ama y cuida de nosotros con cariño.

  1. ¿Para qué ha creado Dios a los hombres? – Para que le amemos, le obedezcamos y seamos felices con Él en la tierra y en el cielo.

  2. ¿A quién ha creado Dios además de los hombres? – Dios ha creado también a los ángeles.

  3. ¿Quiénes son los ángeles? – Los ángeles son unos espíritus puros que no tienen cuerpo.

  4. ¿Quién es el demonio? - El demonio es un ángel rebelde a Dios.

  5. ¿Dios se desentiende del mundo y del hombre después de haberlo creado? – Dios no se desentiende del mundo ni del hombre, sino que los asiste con su Providencia amorosa.

  1. El hombre, ¿fue fiel al plan de Dios? – Nuestros primeros Padres le desobedecieron y cometieron el primer pecado, que se llama "pecado original" que afectó a todos los hombres..

  1. ¿Ha abandonado Dios a los hombres después de su pecado? – No, sino que les prometió un Salvador. Ese Salvador es Jesús, el Hijo de Dios.

  2. ¿Y los ángeles buenos, qué hacen ahora? – Los ángeles buenos aman y sirven a Dios y ayudan a los hombres a ser buenos.
    LECCIÓN 4ª.
    Dios nos dice lo que tenemos que hacer.

  3. ¿Cuándo desobedecemos nosotros a Dios? – Nosotros desobedecemos a Dios cuando no cumplimos sus Mandamientos o lo que nos manda la Iglesia.

  4. ¿Cuántos son los mandamientos de la Ley de Dios? – Los Mandamientos de la Ley de Dios son diez.

24. ¿Cuáles son los mandamientos de la Ley de Dios? El primero, amarás a Dios sobre todas las cosas.
El segundo, no tomarás el nombre de Dios en vano.
El tercero, santificarás las fiestas.
El cuarto, honrarás a tu padre y a tu madre.
El quinto, no matarás.
El sexto, no cometerás actos impuros.
El séptimo, no robarás.
El octavo, no dirás falsos testimonios ni mentirás.
El noveno, no consentirás pensamientos ni deseos impuros.
El décimo, no codiciarás los bienes ajenos
Estos diez Mandamientos se encierran en dos: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
 


  1. ¿A quiénes más nos manda Dios obedecer? – Dios nos manda también obedecer a la Santa Iglesia, a nuestros padres y a las autoridades.

26. ¿Cuáles son los principales Mandamientos de la Iglesia?El primero, oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar.
El segundo, confesar los pecados mortales en peligro de muerte y si se ha de comulgar.
El tercero, comulgar por Pascua de Resurrección.
El cuarto, ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
El quinto, ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
 

LECCIÓN 5ª.

DIOS Salvador



  1. ¿Quiénes son los profetas? – Son hombres que hablaron al pueblo de Israel de parte de Dios y le anunciaron que vendría el Mesías Salvador.

  2. ¿Qué es el tiempo del adviento? – Son las cuatro semanas anteriores a la Navidad, la fiesta del nacimiento de Jesús –el Salvador.

  3. ¿Qué es la Navidad? - El tiempo en que celebramos que Jesús se hizo hombre y nació de la Virgen María.
    LECCIÓN 6ª.
    Jesucristo nuestro Salvador.


  4. ¿Quién es Jesucristo? - Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre. Es verdadero Dios y verdadero hombre.

  5. ¿Dónde nació Nuestro Señor Jesucristo? - Nuestro Señor Jesucristo nació en la ciudad de Belén. Vivió durante treinta años en Nazaret, en la casa que poseían San José y la Virgen María.

  6. ¿Qué significa que el Hijo de Dios se "encarnó"? – Significa que el Hijo único de Dios, sin dejar de ser Dios se hizo hombre, igual en todo a nosotros, menos en el pecado.

  1. ¿Para qué se hizo hombre el Hijo de Dios? – El Hijo de Dios se hizo hombre para salvarnos del pecado y darnos ejemplo de vida

  2. ¿Quiénes forman la Sagrada familia? – La Virgen María, San José y el Niño Jesús; Jesús tenía también abuelos, tíos y primos.

  3. ¿Quién es la Virgen María? - La Virgen María es la Madre de Jesucristo. Ella es la cristiana perfecta. Está en el cielo en cuerpo y alma y ayuda a todos los hombres y pide por ellos a su Hijo Jesús.

  4. ¿A qué se dedicó Jesús durante treinta años? - Durante treinta años Jesús estudió y ayudó a San José, que era artesano.

  5. ¿Qué hizo Jesús cuando tuvo treinta años? - Cuando tuvo treinta años empezó a enseñar el Evangelio.

  6. ¿Qué hizo Jesús, además de enseñar? - Además de enseñar, Jesús fundó la Iglesia e instituyó los Sacramentos.
    LECCION 7ª.
    Jesús , Evangelio de Dios.
  7. ¿Qué quiere decir "Evangelio"? – Evangelio quiere decir "Buena Noticia.
  8. ¿Por medio de quién nos ha llegado esa Buena Noticia? – Por medio de Nuestro Señor Jesucristo.
  9. ¿Cuál es la buena noticia que nos anuncia Jesús? – Que Dios quiere salvar a todos los hombres y que el Reino de Dios ha llegado con Él. Y que su Reino es de amor, de paz , de justicia y santidad.
  10. ¿Cuándo recordamos la muerte y resurrección de Jesús? - Recordamos la muerte y resurrección de Jesús cada vez que celebramos la Santa Misa.

  1. ¿Qué es la Santa Misa? - La Santa Misa es el Sacrificio del Cuerpo y Sangre de Jesús, que se ofrece a Dios Padre para recordar y renovar el Sacrificio del Calvario.

  2. ¿Cuáles son las partes más importantes de la Misa? - Las partes más importantes de la Misa son la Predicación de la Palabra, la Consagración y la Comunión.

  3. ¿Cuándo instituyó Jesús la Santa Misa? - Jesús instituyó la Santa Misa el jueves antes de su muerte, durante la última Cena.

  4. ¿Qué hizo Jesús para instituir la Eucaristía? - Para instituir la Eucaristía Jesús cambió el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre.
  5. ¿Dónde está ahora Jesús? - Jesús está ahora glorioso en el cielo, y en Santísimo Sacramento del Altar.


LECCIÓN 8ª

La Iglesia de Jesucristo



  1. ¿Qué hizo Jesucristo antes de subir al cielo? - Antes de subir al cielo Jesús prometió enviar al Espíritu Santo y fundó la Iglesia.

  2. ¿Qué es la Iglesia? - La Iglesia es el Pueblo de Dios, que, con Jesucristo Resucitado, y guiado por el Espíritu Santo, camina hacia Dios Padre.

  3. ¿Para qué fundó Jesucristo la Iglesia? - Jesucristo fundó su Iglesia para seguir realizando la salvación de los hombres de todos los tiempos y de todos los pueblos.

  4. ¿Cómo nos ayuda la Iglesia a salvarnos? - La Iglesia nos ayuda a salvarnos principalmente por medio de la Palabra y de los Sacramentos.
    LECCIÓN 9ª.
    Los Sacramentos
  5. ¿Qué son los Sacramentos?- Son signos sensibles, instituidos por Jesucristo para comunicarnos la gracia divina. Son siete:

El primero, Bautismo.

El segundo, Confirmación.
El tercero, Penitencia.
El cuarto, Eucaristía.
El quinto, Unción de enfermos.
El sexto, Orden sacerdotal.
El séptimo, Matrimonio.


  1. ¿Qué es el Sacramento del Bautismo? - El Sacramento del Bautismo es el Sacramento que nos quita el pecado original y nos hace hijos de Dios y miembros de la Iglesia.

  2. ¿Qué es la Confirmación? - La Confirmación es el Sacramento que nos aumenta la gracia del Espíritu Santo para fortalecernos en la fe y hacernos soldados y apóstoles de Jesús.
    LECCIÓN 10ª.
    El Sacramento de la Penitencia

  3. ¿Qué es la Penitencia? - La Penitencia es el Sacramento por el Jesús nos perdona los pecados cometidos después del Bautismo.

  4. ¿Cuándo recibimos el Sacramento de la Penitencia? – Recibimos el Sacramento de la Penitencia cuando nos confesamos bien y recibimos la absolución.

  5. ¿Cuántas cosas son necesarias para confesarnos bien? - Para confesarnos bien son necesarias cinco cosas:

1ª. examen de conciencia.
2ª. dolor de los pecados.
. propósito de la enmienda.
4ª. decir los pecados al confesor.
5ª. cumplir la penitencia.


  1. ¿Qué es examen de conciencia? - Examen de conciencia es recordar los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.

  2. ¿Qué es dolor de los pecados? - Dolor de los pecados es un sentimiento o pesar sobrenatural de haber ofendido a Dios.

  3. ¿Qué es propósito de la enmienda? - Propósito de la enmienda es la firme resolución de no volver a pecar.

  4. ¿Qué pecados debemos confesar? - Debemos confesar los pecados mortales, y también conviene decir los veniales.
    LECCIÓN 11ª
    La Eucaristía


  5. ¿Qué es la Eucaristía? - La Eucaristía es el Sacramento del Cuerpo y Sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y vino.

63. ¿Qué es la Hostia antes de la consagración? - La Hostia antes de la consagración es pan de trigo.


  1. ¿Qué es la Hostia después de la consagración? - La Hostia después de la consagración es el Cuerpo de Jesucristo.

  2. ¿Qué hay en el cáliz antes de la consagración? - En el cáliz antes de la consagración hay vino con un poco de agua.

  3. ¿Qué hay en el cáliz después de la consagración? - En el cáliz, después de la consagración, está la Sangre de Jesucristo.

  4. ¿Cuándo empieza a estar Jesucristo en la Eucaristía? - Jesucristo empieza a estar en la Eucaristía en el momento de la consagración de la Misa. Lo que parece pan y vino es el Cuerpo y la Sangre del Señor. Jesús está realmente presente en la Eucaristía.

  5. ¿Cómo está Jesucristo presente en la Eucaristía? - Jesucristo está presente en la Eucaristía con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

  6. ¿Qué es la Sagrada Comunión? - La Sagrada Comunión es recibir al mismo Jesucristo bajo las especies de pan y vino.

  1. ¿Para qué recibimos a Jesucristo en la Comunión? - Recibimos a Jesucristo en la Comunión para que sea alimento de nuestras almas, nos aumente la gracia y nos dé el cielo.

  2. ¿El que comulga con la Hostia solamente, recibe también la Sangre de Jesucristo? - Sí, porque la Sangre acompaña siempre al Cuerpo del Señor.

  3. ¿El que comulga solamente con la Sangre, recibe también el Cuerpo de Jesucristo? - Sí porque el Cuerpo acompaña siempre a la Sangre del Señor.

  4. ¿Qué queda del pan y del vino después de la consagración? - Después de la consagración, sólo quedan las apariencias del pan y del vino: color, sabor, etcétera..

  5. Si parten la Hostia, ¿parten también a Jesucristo? - No, porque Jesucristo está todo entero en la Hostia y en cada una de sus partes.
    LECCIÓN 12ª.
    Disposiciones para comulgar.
     

  6. ¿Cuántas cosas son necesarias para recibir bien la Sagrada Comunión? – Para recibir bien la Sagrada comunión son necesarias tres cosas: 1ª. Estar en gracia de Dios. 2ª. Guardar el ayuno eucarístico. 3ª Saber a quién recibimos.

  7. ¿Qué quiere decir estar en gracia de Dios? – Estar en gracia de Dios quiere decir estar limpio de pecado grave.

  8. ¿Qué es guardar el ayuno eucarístico? – Guardar el ayuno eucarístico es no haber comido ni bebido desde una ahora antes de comulgar. El agua no rompe el ayuno.

  9. ¿Qué es saber lo que se ha de recibir? Saber que en la Sagrada Hostia se recibe a todo Jesucristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

  10. ¿Es necesario hacer la comunión con traje especial? – No es necesario, porque entonces muchos pobres no podrían comulgar. Basta un traje limpio y decente.

  11. ¿Qué niños comulgan mejor? – Comulgan mejor los que comulgan con el alma más limpia y con más amor.
    LECCIÓN 13ª.
    El día de la Primera Comunión.

  12. ¿Cuál es el acto más importante de la fiesta de la Primera Comunión? – El acto más importante de la fiesta de la Primera Comunión es la Santa Misa.

  13. ¿Qué hace Jesús en la Misa?- En la Misa Jesús se ofrece al Padre, reúne a los cristianos y se nos da en alimento.

  14. ¿En qué momento de la misa Jesús se nos da en alimento? – Jesús se nos da en alimento en el momento de la Comunión

  1. ¿Por qué debemos hacer la Primera Comunión? – Debemos hacer la Primera Comunión porque así empezamos a vivir plenamente la vida cristiana, en compañía de los que forman la Familia de Jesús.

  2. ¿Por qué se dice Primera comunión? – Se dice Primera Comunión porque es la primera vez que se recibe a Jesús Sacramentado, y porque después se le puede recibir cada día.

  1. ¿Qué hay que hacer después de comulgar? – Después de comulgar hay que dar gracias a Jesús.

  2. ¿Cómo se dan gracias a Jesús? – Se dan gracias a Jesús rezando, haciendo actos de fe, de adoración, de petición y de ofrecimiento.

  3. ¿Qué dijo Jesús hablando de los que comulgan? – Refiriéndose a los que comulgan, Jesús dijo: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene la vida eterna y yo le resucitaré el último día".

viernes, 9 de enero de 2015

COMUNICAR LA FE

"La transmisión de la fe en el postmodernismo: en y desde la familia", es el título de una conferencia pronuncia por Jutta Burggraf, profesa de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.
Me ha parecido especialmente interesante y por eso lo coloco en mi blog por si te interesa.
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Sumario Introducción.- I. El ambiente actual: 1. La época del postmodernismo.- 2. Actitud ante los cambios culturales.- II. La personalidad de quien habla: 1. Ser y parecer.- 2. Identidad cristiana y autenticidad.- 3. Serenidad.- 4. Amor y confianza.- III. Hablar sobre la fe: 1. Una búsqueda común.- 2. Aprender de todos.- 3. Tomar en serio las necesidades y los deseos humanos.- 4. Ir a lo esencial.- 5. Un lenguaje claro y sencillo.- 6. Un lenguaje existencial.- Nota final.

Introducción
Vamos a hablar sobre la transmisión de la fe. Me refiero a los hijos, a otros parientes, a los amigos, vecinos y colegas: a todos los que entran en una casa alegre y abierta; en una casa abierta a personas de todo tipo y condición, de todos los colores y de todas las creencias. Queremos dialogar con todos, como nos enseñó San Josemaría Escrivá, el Fundador del Opus Dei, al que debemos tanto.Quiero empezar nuestra reflexión con una escena que nos presentó Nietzsche hace más de cien años. En su libro "La gaya ciencia", este filósofo tan perspicaz hizo gritar a un hombre loco: «¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!... ¿A dónde se ha ido Dios?» ... Os lo voy a decir... «¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros le hemos matado!... Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos». ... Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y le miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos, y se apagó. «Vengo demasiado pronto —dijo entonces—, todavía no ha llegado mi tiempo. Este enorme suceso todavía está en camino y no ha llegado hasta los oídos de los hombres» [1].Hoy, un siglo más tarde, podemos constatar que este "enorme suceso" sí ha llegado a los oídos de gran parte de nuestros contemporáneos, para los que "Dios" no es nada más que una palabra vacía. Se habla de un actual "analfabetismo religioso", de una ignorancia incluso de los conceptos más básicos de la fe [2].

Algunos se han preguntado si un niño, que no conoce la palabra "gracias", puede estar agradecido: porque el lenguaje no sólo expresa lo que pienso, también lo detiene. En todo caso, lo determina muy profundamente. Podemos comprobarlo en los diferentes idiomas. Hablar chino o francés, no quiere decir simplemente, cambiar una palabra por otra, sino tener otros esquemas mentales y percibir el mundo según las circunstancias de cada lugar. Algunas tribus de Siberia, por ejemplo, tienen muchas palabras distintas para la "nieve" (dependiendo de si es blanca o gris, dura o blanda, nueva o antigua), mientras que los pueblos árabes disponen de un sinnúmero de palabras para "caballo". Si se tiene esto en cuenta, se puede comprender que Carlos V afirmó: "Cuantos idiomas hablo, tantas veces soy hombre".Con respecto al tema religioso, podemos concluir: si vivo en un mundo secularizado e ignoro el lenguaje de la fe, es humanamente imposible llegar a ser un cristiano.I. El ambiente actualSi queremos hablar sobre la fe, es preciso tener en cuenta el ambiente en el que nos movemos. Tenemos que conocer el corazón del hombre de hoy —con sus dudas y perplejidades—, que es nuestro propio corazón, con sus dudas y perplejidades.1. La época del postmodernismo.- Tenemos, generalmente, muchos ídolos, por ejemplo, la salud, el "culto al cuerpo", la belleza, el éxito, el dinero o el deporte; todos ellos adquieren, en circunstancias, rasgos de una nueva religión. Chesterton dice: "Cuando se deja de creer en Dios, ya no se puede creer en nada, y el problema más grave es que, entonces, se puede creer en cualquier cosa."Y, realmente, a veces parece que cualquier cosa es más creíble que una verdad cristiana. Mis alumnos de las Facultades civiles, por ejemplo —estudiantes de derecho o de químicas— hablan, con muy buena voluntad, de la "reencarnación" de Cristo (que tuvo lugar hace 2000 años): al parecer, la palabra "reencarnación" les es mucho más familiar que la palabra "encarnación". Observamos la influencia del budismo y del hinduismo en Occidente. ¿Por qué ejercen una atracción tan fuerte? Parece que se desea lo exótico, lo "liberal", algo así como una "religión a la carta". No se busca lo verdadero, sino lo apetecible, lo que me gusta y me va bien: un poco de Buda, un poco de Shiva, un poco de Jesús de Nazaret.En épocas anteriores, la vida era considerada como progreso. Hoy, en cambio, la vida es considerada como turismo: no hay continuidad, sino discontinuidad; caminamos sin una dirección fija. El lema de un motorista lo expresa muy bien: "No sé adónde voy, pero quiero llegar rápidamente allí". En la literatura se habla de la "oscuridad moderna", del "caos actual".

"El hombre moderno es un gitano", se ha dicho con razón. No tiene hogar: quizá tiene una casa para el cuerpo, pero no para el alma. Hay falta de orientación, inseguridad, y también mucha soledad. Así, no es de extrañar que se quiera alcanzar la felicidad en el placer inmediato, o quizá en el aplauso. Si alguien no es amado, quiere ser al menos alabado.Tal vez, todos nos hemos acostumbrado a no pensar: al menos, a no pensar hasta el final. Es el llamado pensamiento débil. Vivimos en una época en la que tenemos medios cada vez más perfectos, pero los fines están bastante perturbados.A la vez, podemos descubrir una verdadera "sed de interioridad", tanto en la literatura como en el arte, en la música y también en el cine. Cada vez más personas buscan una experiencia de silencio y de contemplación; al mismo tiempo, están decepcionados del cristianismo que, en muchos ambientes, tiene fama de no ser nada más que una rígida "institución burocrática", con preceptos y castigos.Otras personas huyen de la Iglesia por motivos opuestos: la predicación cristiana les parece demasiado "superficial", muy "lighf", sin fundamento y sin exigencias rigurosas. No buscan lo "liberal", sino todo lo contrario: buscan lo "seguro". Quieren que alguien les diga con absoluta certeza cuál es el camino hacia la salvación, y que otro piense y decida por ellos: ahí tenemos el gran mercado de las sectas [3].Vivimos en sociedades multiculturales, en las que se puede observar simultáneamente los fenómenos más contradictorios. Algunos intentan resumir todo lo que nos pasa en una única palabra: postmodernismo. El término indica que se trata de una situación de cambio: es una época que viene "después" del modernismo y "antes" de una nueva era que todavía no conocemos. (Los adeptos de New Age se han apropiado del nombre: según ellos, ya estaríamos en esta nueva época, pero —a mi modo de ver— se trata de un error: ellos son simplemente "postmodernos").El postmodernismo es una era limitada que indica el fracaso del modernismo. Se la puede comparar con la "postguerra" —el tiempo dificil después de una guerra—, que es la preparación para algo nuevo. Y se la puede relacionar también con el período "postoperatorio", en el que una persona convalece de una cirugía, antes de retomar sus actividades normales.Parece, realmente, que vivimos un cambio de época: estamos entrando en una nueva etapa de la humanidad. Y las novedades reclaman un nuevo modo de hablar y de actuar.

Actitud ante los cambios culturales.
- ¿Cómo conviene hablar sobre la fe en este desconcierto? Antes que nada, nos pueden ayudar unas reflexiones de Romano Guardini que no han perdido nada de su actualidad. En sus Cartas desde el lago de Como, este gran escritor cristiano habla sobre su inquietud con respecto al mundo moderno. Se refiere, por ejemplo, a lo artificioso de nuestra vida, escribe acerca de la manipulación a la que diariamente estamos expuestos, trata de la pérdida de los valores tradicionales y de la luz estridente que nos viene del psicoanálisis... Después de mostrar, en ocho largas cartas, una panorámica verdaderamente desesperante, al final del libro cambia repentinamente de actitud. En la novena y última carta expresa un "sí redondo" a este mundo en que le ha tocado vivir, y explica al sorprendido lector, que esto es exactamente lo que Dios nos pide a cada uno. El cambio cultural, al que asistimos, no puede llevar a los cristianos a una perplejidad generalizada [4]. No puede ser que en todas direcciones se vean personas preocupadas y agobiadas que añoran los tiempos pasados. Pues es Dios mismo quien actúa en los cambios. Tenemos que estar dispuestos a escucharle y dejamos formar por Él [5].Quien quiere influir en el presente, tiene que amar el mundo en que vive. No debe mirar al pasado, con nostalgia y resignación, sino que ha de adoptar una actitud positiva ante el momento histórico concreto: debería estar a la altura de los nuevos acontecimientos, que marcan sus alegrías y preocupaciones, y todo su estilo de vida. "En toda la historia del mundo hay una única hora importante, que es la presente", dice Bonhoeffer. "Quien huye del presente, huye de la hora de Dios" [6].Hoy en día, una persona percibe los diversos acontecimientos del mundo de otra forma que las generaciones anteriores, y también reacciona afectivamente de otra manera. Por esta razón, es tan importante saber escuchar [7]. Un buen teólogo lee tanto la Escritura como el periódico, alguna revista o el internet; muestra cercanía y simpatía hacia nuestro mundo [8]. Y sabe que es en las mentes y en los corazones de los hombres y mujeres que le rodean, donde puede encontrar a Dios, de un modo mucho más vivo que en teorías y reflexiones.Los cambios de mentalidad invitan a exponer las propias creencias de un modo distinto que antes [9]. A este respecto comenta un escritor: "No estoy dispuesto a modificar mis ideas (básicas) por mucho que los tiempos cambien. Pero estoy dispuesto a poner todas las formulaciones externas a la altura de mis tiempos, por simple amor a mis ideas y a mis hermanos, ya que si hablo con un lenguaje muerto o un enfoque superado, estaré enterrando mis ideas y sin comunicarme con nadie" [10].II. La personalidad de quien hablaPara tratar sobre Dios, no sólo hace falta tener en cuenta el ambiente que nos rodea. Todavía más decisiva es la personalidad de quien habla: porque, al hablar, no sólo comunicamos algo; en primer lugar, nos expresamos a nosotros mismos. El lenguaje es un "espejo de nuestro espíritu" [11].Existe también un lenguaje no verbal, que sustituye o acompaña nuestras palabras. Es el clima que creamos a nuestro alrededor, ordinariamente a través de cosas muy pequeñas, como son, por ejemplo, una sonrisa cordial o una mirada de aprecio. Cuando faltan los oligoelementos en el cuerpo humano, aunque sean mínimos, uno puede enfermar gravemente y morir. De un modo análogo podemos hablar de "oligoelementos" en un determinado ambiente: son aquellos detalles, difícilmente demostrables y menos aún exigibles, que hacen que el otro se sienta a gusto, que se sepa querido y valorado.

Ser y parecer.-
Nos conviene tomar en serio algunas de las modernas teorías de la comunicación (que, por cierto, expresan verdades de perogrullo). Estas teorías nos recuerdan que una persona transmite más por lo que es que por lo que dice. Algunos afirman incluso que el 80% o 90% de nuestra comunicación ocurre de forma no verbal.Además, transmitimos sólo una pequeña parte de la información de modo consciente, y todo lo demás de modo inconsciente: a través de la mirada y la expresión del rostro, a través de las manos y los gestos, de la voz y todo el lenguaje corporal. El cuerpo da a conocer nuestro mundo interior, "traduce" las emociones y aspiraciones, la ilusión y la decepción, la generosidad y la angustia, el odio y la desesperación, el amor, la súplica, la resignación y el triunfo; y difícilmente engaña. San Agustín habla de un "lenguaje natural de todos los pueblos" [12].Los demás perciben el mensaje, asimismo, sólo en parte de modo consciente, y se enteran de muchas cosas inconscientemente. Se me ha grabado una situación, en la que he comprobado esta verdad de un modo muy claro. Cuando trabajaba en una institución para personas enfermas y solitarias, algún día, un directivo entró en la habitación de un enfermo y le hablaba muy amablemente, haciéndole todo tipo de caricias. Pero cuando salió de la habitación, el enfermo me confesó que sentía mucha antipatía hacia este director. ¿Por qué? Por razones de mi trabajo me había enterado que el visitante, en realidad, despreciaba al enfermo. Quería disimularlo, pero lo expresó inconscientemente. Y, como era de temerse, el enfermo lo percibió perfectamente.Esto quiere decir que no basta sonreír y tener una apariencia agradable. Si queremos tocar el corazón de los otros, tenemos que cambiar primero nuestro propio corazón. La enseñanza más importante se imparte por la mera presencia de una persona madura y amante. En la antigua China y en la India, el hombre más valorado era el que poseía cualidades espirituales sobresalientes. No sólo transmitía conocimientos, sino profundas actitudes humanas. Quienes entraban en contacto con él, anhelaban cambiar y crecer —y perdían el miedo a ser diferentes.Justamente hoy es muy importante experimentar que la fe es muy humana y muy humanizante; la fe crea un clima en el que todos se sienten a gusto, amablemente interpelados a dar lo mejor de sí. Esta verdad se expresa en la vida de muchos grandes personajes, desde el apóstol San Juan hasta la Madre Teresa de Calcuta y San Josemaría Escrivá.2. Identidad cristiana y autenticidad.- Para hablar con eficacia sobre Dios, hace falta una clara identidad cristiana. Quizá nuestro lenguaje parece, a veces, tan incoloro, porque no estamos todavía suficientemente convencidos de la hermosura de la fe y del gran tesoro que tenemos, y nos dejamos fácilmente aplastar por el ambiente.Pero la luz es antes que las tinieblas, y nuestro Dios es el eternamente Nuevo. No es la "vetustez" del cristianismo originario lo que pesa a los hombres, sino el llamado cristianismo burgués. "Pero este cristianismo burgués no es el cristianismo —advierte Congar—. Es tan sólo la encarnación del cristianismo en la civilización burguesa." [13]. Este hecho nos permite tener una cierta porción de optimismo y de esperanza a la hora de hablar de Dios.

Un cristiano no tiene que ser perfecto, pero sí auténtico. Los otros notan si una persona está convencida del contenido de su discurso, o no. Las mismas palabras —por ejemplo, Dios es Amor— pueden ser triviales o extraordinarias, según la forma en que se digan. "Esa forma depende de la profundidad de la región en el ser de un hombre, de donde proceden, sin que la voluntad pueda hacer nada. Y, por un maravilloso acuerdo, alcanzan la misma región en quien las escucha" [14]. Si alguien habla desde la alegría de haber encontrado a Dios en el fondo de su corazón, puede pasar que conmueva a los demás con la fuerza de su palabra. No hace falta que sea un brillante orador. Habla sencillamente con la autoridad de quien vive —o trata de vivir— lo que dice; comunica algo desde el centro mismo de su existencia, sin frases hechas ni recetas aburridas.Una persona asimila, como por ósmosis, actitudes y comportamientos de quienes le rodean. Así, toda actividad cristiana puede invitar a abrirse a Dios, esté o no en relación explícita con la fe. Pero también puede escandalizar a los demás, de modo que las palabras pierdan valor. Edith Stein cuenta que perdió su fe judía cuando, de niña, se dio cuenta de que, en las ceremonias de la Pascua, sus hermanos mayores sólo "hacían teatro" y no creían lo que decían.3. Serenidad.- Un cristiano no es, en primer lugar, una persona "piadosa", sino una persona feliz, ya que ha encontrado el sentido de su existencia. Precisamente por esto es capaz de transmitir a los otros el amor a la vida, que es tan contagioso como la angustia.No se trata, ordinariamente, de una felicidad clamorosa, sino de una tranquila serenidad, fruto de haber asimilado el dolor y los llamados "golpes del destino". Es preciso convencer a los otros —sin ocultar las propias dificultades— que ninguna experiencia de la vida es en vano; Siempre podemos aprender y madurar —también cuando nos desviamos del camino, cuando nos perdemos en el desierto o cuando nos sorprende una tempestad. Gertrud von Le Fort afirma que no sólo el día soleado, sino también la noche oscura tiene sus milagros. "Hay ciertas flores que. sólo florecen en el desierto; estrellas que solamente se pueden ver al borde del despoblado. Existen algunas experiencias del amor de Dios que sólo se viven cuando nos encontramos en el más completo abandono, casi al borde de la desesperación" [15].¿Cómo puede comprender y consolar quien no ha sido nunca destrozado por la tristeza? Hay personas que, después de sufrir mucho, se han vuelto comprensivos, cordiales, acogedores y sensibles frente al dolor ajeno. En una palabra, han aprendido a amar.4. Amor y confianza.- El amor estimula lo mejor que hay en el hombre. En un clima de aceptación y cariño, se despiertan los grandes ideales. Para un niño, por ejemplo, es más importante crecer en un ambiente de amor auténtico, sin referencias explícitas a la religión, que en un clima de "piedad" meramente formal, sin cariño. Si falta el amor, falta la condición básica para un sano desarrollo. No se puede modelar el hierro frío; pero cuando se lo calienta, es posible formado con delicadeza.A través de los padres, los hijos deberían descubrir el amor de Dios [16]. Hace falta el "lenguaje de las obras"; es preciso vivir el propio mensaje. Lo decisivo no son las lecciones y las clases de catecismo, que vendrán más tarde. Antes, mucho antes, conviene preparar la tierra para que acoja la semilla.

En sus primeros años de vida, cada niño realiza un descubrimiento básico, que será de vital importancia en su carácter: o "soy importante, me entienden y me quieren", o "estoy por medio, estorbo". Cada uno tiene que hacer, de algún modo, esta experiencia de amor que nos transmite Isaías: "Eres precioso a mis ojos, de gran estima, yo te quiero... En la palma de mis manos te tengo tatuado" [17].Si falta esta experiencia, puede ocurrir que una persona nunca sea capaz de establecer relaciones duraderas, ni de trabajar con seriedad. Y, sobre todo, será dificil para ella creer de verdad en el amor de Dios: creer que Dios es un Padre que comprende y perdona, y que exige con justicia para el bien del hijo [18]. "La historia de la decadencia de cada varón y de cada mujer habla dé que un niño maravilloso, valioso, singularísimo y con muchas cualidades perdió el sentimiento del propio valor" [19]. Esto dificilmente se puede arreglar más tarde dando clases sobre el amor de Dios. Una persona dijo con acierto: "Lo que haces, es tan ruidoso que no oigo lo que dices".Muchas personas no han podido desarrollar la "confianza originaria". Y como no la conocen, se mueven en un ambiente de "angustia originaria". N o quieren saber nada de Dios; llegan a sentir miedo y hasta terror frente al cristianismo. Porque, para ellos, Dios no es nada más que un Juez severo, que castiga y condena, incluso con arbitrariedad. No han descubierto que Dios es Amor, un Amor que se entrega y que está más interesado en nuestra felicidad que nosotros mismos.Por eso, es tan importante creer erllas capacidades de los demás y dárselo a entender. A veces, impresiona ver cuánto puede transformarse una persona, si se le da confianza; cómo cambia, si se le trata según la idea perfeccionada que se tiene.de ella. Hay muchos hombres y mujeres que saben animar a los otros a ser mejores, a través de una admiración discreta y silenciosa. Les comunican la seguridad de que hay mucho bueno y bello dentro de ellos, que, con paciencia y constancia, animan y ayudan a desarrollar.Cuando alguien nota que es querido, adquiere una alegre confianza en el otro: comienza a abrir su intimidad. La transmisión de la fe comienza —a todos los niveles— con un lenguaje no verbal. Es el lenguaje del cariño, de la comprensión y de la auténtica amistad.III. Hablar sobre la FeCuando conozco bien a otro, conozco también sus experiencias, sus heridas y sus ilusiones. Y —si hay reciprocidad en ese conocimiento— el otro sabe lo que yo he vivido, lo que me hace sufrir y lo que me da esperanza. La amistad nunca es una vía unilateral. En un clima de mutuo conocimiento es más fácil hablar de todo, también de la fe.

Una búsqueda común.-
Hay personas que tienen una fuerte identidad cristiana y, a pesar de ella, no logran convencer a nadie. Cuando alguien se muestra demasiado seguro, en principio, no se le acepta hoy en día. Hay un rechazo a los "grandes relatos" y también a los "portadores de la suma verdad", porque tenemos más claro que nunca que nadie puede saberlo todo. Se habla de una pastoral "desde abajo", no "desde arriba", no desde la cátedra, que quiere instruir a los "pobres ignorantes". Este modo de actuar ya no es eficaz, y quizá nunca lo fue.Viene a la memoria lo que se cuenta del Papa Juan Pablo II. Ocurrió durante el Concilio Vaticano II. En una de las sesiones plenarias del Concilio, el entonces joven obispo Wojtyla pidió la palabra e, inesperadamente, hizo una aguda crítica al proyecto de uno de los documentos más importantes, que se había propuesto. Dio a entender que el proyecto no servía nada más que para ser echado a la papelera. Las razones eran las siguientes: "En el texto presentado, la Iglesia enseña al mundo. Se coloca, por así decirlo, por encima del mundo, convencida de su posesión de la verdad, y exige del mundo que le obedezca". Pero esta actitud puede expresar una arrogancia sublime. "La Iglesia no ha de instruir al mundo desde la posición de la autoridad, sino que ha de buscar la verdad y las soluciones auténticas de los problemas difíciles de la vida humana junto al mundo" [20]. El modo de exponer la fe no debe convertirse nunca en un obstáculo para los otros.2. Aprender de todos.- Lo que atrae más en nuestros días, no es la seguridad, sino la sinceridad: conviene contar a los otros las propias razones que me convencen para creer, hablar también de las dudas y de los interrogantes [21]. En definitiva, se trata de ponerse al lado del otro y de buscar la verdad junto con él. Ciertamente, yo puedo darle mucho, si tengo fe; pero los otros también pueden enseñarme mucho.Santo Tomás afirma que cualquier persona, por erróneas que sean sus convicciones, participa de alguna manera de la verdad: lo bueno puede existir sin mezcla de lo malo; pero no existe lo malo sin mezcla de lo bueno [22]. Por tanto, no sólo debemos transmitir la verdad que —con la gracia divina— hemos alcanzado, sino que estamos también llamados a profundizar continuamente en ella y a buscada allí donde puede encontrarse, esto es, en todas partes. Es muy enriquecedor, por ejemplo, conversar con judíos o con musulmanes; siempre se nos abren nuevos horizontes. Y la verdad, la diga quien la diga, sólo puede proceder de Dios [23].Como los cristianos no tenemos conciencia plena de todas las riquezas de la propia fe, podemos (y debemos) avanzar, con la ayuda de los demás. La verdad nunca se posee entera. En última instancia, no es algo, sino alguien, es Cristo. No es una doctrina que poseemos, sino una Persona por la que nos dejamos poseer. Es un proceso sin fin, una "conquista" sucesiva.3. Tomar en serio las necesidades y los deseos humanos.- Podemos preguntarnos: ¿por qué esta o aquella ideología atrae a tanta gente? Ordinariamente, muestran los deseos y necesidades más hondas de nuestros contemporáneos (que son nuestros propios deseos y necesidades). La teoría de la reencarnación, por ejemplo, manifiesta la esperanza en otra vida; la meditación trascendental enseña cómo uno puede apartarse de los ruidos exteriores e interiores; y los grupos skinhead o cabezas rapadas, al igual que los punk de los años 80 (y 90), los góticos de los 90 (y del 2000) y los raperos de hoy ofrecen una solidaridad —un sentido de pertenencia— que muchos jóvenes no encuentran en sus familias.Sin embargo, la fe ofrece respuestas mucho más profundas y alentadoras. Nos dice que todos los hombres —y en particular los cristianos— somos hermanos, llamados a andar juntos por el camino de la vida. Nunca nos encontramos solos. Cuando hablamos con Dios en la oración —que podemos hacer en cualquier momento del día—, no nos distanciamos de los demás, sino que nos unimos con quien más nos quiere en este mundo, y quien nos ha preparado a todos una vida eterna de felicidad.Si conseguimos exponer el misterio divino desde la clave del amor, será más fácil despertar los intereses del hombre moderno. Hay intentos considerables en este sentido [24]. El Dios de los cristianos es el Dios del Amor, porque no sólo es Uno; a la vez es Trino. Como amar consiste en relacionarse con un tú —en dar y recibir—, un Dios "solo" (una única persona) no puede ser Amor. ¿A quién podría amar, desde toda la eternidad? Un Dios solitario, que se conoce y se ama a sí mismo, puede ser considerado, en el fondo, como un ser muy inquietante.El Dios trino es, realmente, el Dios del Amor. En su interior, descubrimos una vida de donación y de entrega mutua. El Padre da todo su amor al Hijo; ha sido llamado el "Gran Amante". El Hijo recibe este amor y lo devuelve al Padre; es el que nunca dice "no" al Amor. El Espíritu es el mismo Amor entre ambos; es el "con-dilecto", según Hugo de San Víctor: muestra que se trata de un amor abierto, donde cabe otro, donde cabemos también nosotros [25].."Estar en el mundo quiere decir: ser querido por Dios", afirma Gabriel Marcel. Por esto, un creyente puede sentirse protegido y seguro. Puede experimentar que sus deseos más hondos están colmados.4. Ir a lo esencial.- Cuando hablamos de la fe, es importante ir a lo esencial: el gran amor de Dios hacia nosotros, la vida apasionante de Cristo, la actuación misteriosa del Espíritu en nuestra mente y en nuestro corazón... Tenemos que huir de lo que hacen los que quieren quitar fuerza al cristianismo: reducen la fe a la moral, y la moral al sexto mandamiento. En todo caso, conviene dejar muy claro que la Iglesia dice un sí al amor. Y para salvaguardar el amor, dice un no a las deformaciones de la sexualidad.Benedicto XVI se ha decidido por este mismo modo de actuar. Después del "Encuentro Mundial de las Familias", en Valencia, concedió una entrevista a Radio Vaticano, en la que le preguntaron: "Santo Padre, en Valencia, usted no ha hablado ni del aborto, ni de la eutanasia, ni del matrimonio gay. ¿Correspondió a una intención?". Y el Papa respondió: "Claro que sí... Teniendo tan poco tiempo no se puede comenzar inmediatamente con lo negativo. Lo primero es saber qué es lo que queremos decir, ¿no es así? Y el cristianismo... no es un cúmulo de prohibiciones, sino una opción positiva. Es muy importante que esto se vea nuevamente, ya que hoy esta conciencia ha desaparecido casi completamente. Se ha hablado mucho de lo que no está permitido, y , ahora hay que decir: Pero nosotros tenemos una idea positiva que proponer... Sobre todo es importante poner de relieve lo que queremos" [26].5. Un lenguaje claro y sencillo.- Cuando era estudiante en Colonia, tuve que preparar, en una ocasión, un trabajo largo y dificil para un seminario de la Universidad. Antes de entregarlo al profesor, lo enseñé a un compañero mayor, que lo leyó con interés, y después me dio un consejo amistoso que nunca he olvidado: "Está bien —me comentó—. Pero si quieres tener una nota buena, tienes que decir lo mismo de un modo mucho más complicado".Así somos. A veces, confundimos lo complicado con lo inteligente, y olvidamos que Dios —la suma verdad— es, a la vez, la suma sencillez. El lenguaje de la fe habla con llaneza sobre realidades inefables. "Prefiero decir cinco palabras con sentido para instruir, que diez mil en lenguajes no inteligibles", advierte San Pablo [27].Se pueden usar imágenes para acercar el misterio trinitario a nuestro espíritu. (En la sencillez de las imágenes encontramos más verdad que en los grandes conceptos). Una de las más corrientes es la del sol, su luz y su calor; o también la fuente, el río y el mar, comparación muy apreciada por los Padres griegos [28]. (Como los Padres de la Iglesia se expresan muchas veces en imágenes, su teología es siempre moderna). Se pueden buscar también anécdotas, citas de la literatura o escenas de películas. En tiempos del Vaticano II, los expertos fueron invitados a hablar en un lenguaje accesible: "Que se abandone todo idioma exangüe y árido, la disección cargada de afirmaciones conceptualistas, para emprender un lenguaje más vivo y concreto, a semejanza de la Biblia y de los antiguos Padres. Que se abandone la sobrecarga de discusiones secundarias y de 'cuestiones' de mera curiosidad... Dirigir a alguien un discurso abstruso, dificilmente inteligible... tiene algo de ultrajante e irrespetuoso, tanto para la verdad como para la persona que tiene derecho a comprender" [29].Quien no entiende lo que está diciendo otra persona, no puede expresar sus dudas, no puede investigar libremente por cuenta propia. Depende del otro, y fácilmente puede ser manipulado por él.6. Un lenguaje existencial.- Asimismo, el otro tiene derecho a conocer toda la verdad. Si reprimimos una parte de la fe, creamos un ambiente de confusión, y no prestamos una ayuda auténtica al otro. Daniélou lo dice claramente: "La condición básica de un diálogo sincero con un no cristiano es decide: tengo la obligación de depirte que un día te encontrarás con la Trinidad" [30].Es preciso explicar a los demás la propia fe tan clara e íntegramente como sea posible [31]. Con ello, por otro lado, ganamos en sinceridad en cualquier relación humana: queremos dar a conocer la propia identidad, es decir, en nuestro caso, la identidad cristiana. El otro quiere saber quién soy yo. Si no hablamos, cuidadosamente, sobre todos los aspectos de la fe, los otros no podrían aceptamos tal como somos en realidad, y nuestra relación se tomaría cada vez más superficial, más decepcionante, hasta que, antes o después, se rompería.Pero no sólo queremos dar a conocer el propio proyecto vital. Tenemos el deseo de animar a los otros a dejarse encantar y conquistar por la figura luminosa de Cristo.Aquí se manifiesta el carácter existencial y dinámico del lenguaje sobre la fe, que invita a los demás a entrar, poco a poco, en la vida cristiana, que es diálogo e intimidad, correspondencia al amor y, al mismo tiempo, una gran aventura, «la aventura de la fe».Nota final.- Creer en Dios significa, caminar con Cristo -en medio de todas las luchas que tengamos- hacia la casa del Padre [32]. Pero, para ello, de poco sirven los esfuerzos, y menos aún los sermones. Nuestro lenguaje es muy limitado. La fe es un don de Dios, y también lo es su desarrollo. Podemos invitar a los otros a pedirla, junto con nosotros, humildemente de lo alto. La meta de nuestro hablar de Dios consiste en llevar a todos a hablar con Dios. Incluso Nietzsche, que combatió el cristianismo durante largas décadas, hizo al final de su vida un impresionante poema "Al Dios desconocido", que puede considerarse una verdadera oración:"Vuelve a mí, ¡con todos tus mártires!Vuelve a mí, ¡al último solitario!Mis lágrimas, a torrentes,discurren en cauce hacia Ti,y encienden en mí el fuegode mi corazón por Ti.¡Oh, vuelve, mi Dios desconocido!Mi dolor, mi última suerte, ¡mi felicidad!" [33].

Jutta Burggraf, profesora de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.

Notas[1] F. NIETZSCHE, La gaya ciencia (1887), Palma de Mallorca 1984, n.255.[2] Cfr. Las estadísticas publicadas por J. FL YNN, Analfabetismo religioso, en "Zenit" (Agencia Internacional de Información de Roma), 3-V-2007.[3] Cfr. M. GUERRA, Historia de las religiones, Pamplona 1980, vol. 3.[4] Cfr. CONCILIO VATICANO II, Constitución pastoral Gaudium et Spes (=GS), n. 4.[5] R. GUARDINI, Cartas del lago de Como, San Sebastián 1957.[6] D. BONHOEFFER, Predigten, Auslegungen, Meditationen I,1984, pp. 196-202.[7] Cfr. Y. CONGAR, Situación y tareas de la teología de hoy, Salamanca 1970: "Si la Iglesia quiere acercarse a los verdaderos problemas del mundo actual, debe abrir un nuevo capítulo de epistemología teológico-pastoral. En vez de partir solamente del dato de la revelación y de la tradición, como ha hecho generalmente la teología clásica, habrá que partir de hechos y problemas recibidos del mundo y de la historia. Lo cual es mucho menos cómodo; pero no podemos seguir repitiendo lo antiguo, partiendo de ideas y problemas del siglo XIII o del siglo XIV. Tenemos que partir de las ideas y los problemas de hoy, como de un dato nuevo, que es preciso ciertamente esclarecer mediante el dato evangélico de siempre, pero sin poder aprovechamos de elaboraciones ya adquiridas en la tranquilidad de una tradición segura". pp. 89 y ss.[8] El Concilio cambia el modo habitual de la reflexión teológica y comienza a contemplar el mundo de hoy, con sus desequilibrios, temores y esperanzas; se abre a los signos de los tiempos. "El pueblo de Dios, movido por la fe, que le impulsa a creer que quien lo conduce es el Espíritu del Señor, que llena el universo, procura discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos, de los cuales participa juntamente con sus contemporáneos, los signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios". GS, 11 y 44; cfr. 4-10. Cfr. JUAN XXIII, Bula Humanae salutis (25-XII-196l), por la que el Papa convocaba el Concilio Vaticano II. IDEM, Encíclica Pacem in terris (1l-IV-1963), 39.[9] Cfr. CONCILIO VATICANO II, Decreto Unitatis redintegratio, 6.[10] J.L. MARTÍN DESCALZO, Razones para la alegría, 8ª ed., Madrid 1988, p. 42.[11] Cfr. E. SCHOCKENHOFF, Zur Lüge verdammt, Freiburg 2000, p. 73.[12] SAN AGUSTÍN, Confesiones 1,8. A la vez, la expresión de los sentimientos está modalizada por la cultura. Comprender el valor expresivo de un gesto, de una mirada o de una sonrisa, indica que se está dentro de una determinada cultura.[13] J. DANIÉLOU, El misterio de la historia. Un ensayo teológico, San Sebastián 1963, pp.39s.[14] S. WEIL, Gravity and Grace, New York 1952, p. 117.[15] Gertrud von Le Fort, Unser Weg durch die Nacht, en Die Krone der Frau, Zürich 1950, pp. 90 y ss.[16] Cfr. JUAN PABLO II, Exhortación apostólica Familiaris consortio, 14 y 36.[17] Is 43,1-4; 49,15-16.[18] En esta línea se explica, en parte, el fenómeno de la teología feminista radical. ¿Por qué hay tantas personas que ya no quieren hablar de "Dios Padre"? No hay pocas a las que es imposible dirigirse a Dios como "Padre", porque han tenido experiencias desagradables con sus propios padres.[19] Cfr. J. BRADSHAW, Das Kind in uns, München 1992, p. 66.[20] M. MALINSKI; A. BUJAK, Juan Pablo II: historia de un hombre, Barcelona 1982, p. 106. En ciertas situaciones, sin embargo, la Iglesia debe enseñar con autoridad, pero sin "autoritarismo", es decir, con autoridad y humildad.[21] Se habla también de una "teología narrativa" que intenta descubrir la acción del Espíritu en el mundo, a través de acontecimientos y hechos concretos. Algunos autores cuentan su propia vida (Cfr. J. SUDBRACK, Gottes Geist ist konkret. Spiritualitat im christlichen Kontext, Würzburg 1999, pp.3-31), otros toman ejemplos de la literatura o de la historia para ilustrar cómo Dios actúa en todos los acontecimientos (Cfr. V. CODINA, Creo en el Espíritu Santo. Pneumatología narrativa, cit., pp.11-27 y pp.179-185). La pneumatología narrativa se convierte a veces en hagiografía. El hecho de que algunos grandes santos se convirtieron con la lectura de vidas de otros santos es significativo. Así, por ejemplo, Edith Stein descubrió la fe leyendo la "Autobiografía" de Teresa de Jesús. Rans Urs von Ba1thasar y René Laurentin han empezado, entre otros, a hacer una teología a partir de los santos que tienen un mensaje muy concreto para sus contemporáneos y las generaciones posteriores (Cfr. R.U. VON BALTHASAR, Thérese de Lisieux. Geschichte einer Sendung, Koln 1950. R. LAURENTIN, Vie de Bernadette, París 1978. IDEM, Vie de Catherine Labouré, Paris 1980).[22] "Bonum potest inveniri sine malo; sed malum non potest inveniri sine bono". SANTO TOMÁS DE AQUINO, Summa theologiae I-IIae q. l09, a.1, ad 1.[23] "Omne verum, a quocumque dicatur, a Spiritu Sancto est". Ibid cfr. IDEM, De veritate, q. 1, a.8.[24] Cfr. BENEDICTO XVI, Encíclica Deus caritas est (25-XII-2005).[25] Cfr. SAN AGUSTÍN: "He aquí que son tres: el Amante, el Amado y el Amor." De Trinitate, VIII,10,14: PL 42,960.[26] Cfr. BENEDICTO XVI, Entrevista concedida a Radio Vaticano y a cuatro cadenas de televisión alemanas con motivo de su próximo viaje a Alemania, Castelgandolfo 5-VIII-2006.[27] 1 Co 14,19.[28] Se trata evidentemente de imágenes muy imperfectas que reclaman cada vez más explicaciones.[29] G. PHILIPS, Deux tendances dans la théologie contemporaine, en Nouv. Rev. Théol (1963/3), p. 236.[30] J. DANIÉLOU, Mitos paganos, misterio cristiano, Andorra 1967, p.123.[31] Llegará el momento en que se pueda introducir —cuidadosamente— algunos términos "técnicos" —como persona, relación o naturaleza—, que se han utilizado a la hora de formular los grandes dogmas. La teología —como cualquier ciencia— tiene una terminología muy precisa de la que no podemos prescindir. Muchas palabras de las fórmulas dogmáticas proceden del ámbito filosófico; tras una larga historia de disputa entre fe y filosofía, llegaron a ser expresión específica de lo que la fe puede decir sobre sí misma. Por lo tanto, esas palabras no son solamente el lenguaje del platonismo, del aristotelismo o de cualquier otra filosofía, sino que pertenecen al lenguaje propio de la fe. Ciertamente, la revelación es superior a todas las culturas. Pero al transmitir la Buena Nueva de Cristo, se transmite también algo de cultura.[32] Cfr. Flp 3,20.[33] Cfr. F. NIETZSCHE, en F. WÜRZBACH (ed.), Das Vermiichtnis Friedrich Nietzsches, Salzburg-Leipzig 1940.